R: Es natural que sintamos tristeza al ver fotos de ese ser querido que ya no está con nosotros, pero si lo hacemos constantemente esa tristeza se diluye, si las esquivamos u ocultamos será un impacto negativo volverlas a ver.
(Laureano)
R: No solo tristeza me producía el solo pensar en ver alguna de las fotos de mi hija. Me causaba pánico, un temblor y un desespero terrible en todo mi cuerpo, que solo quería gritar y llorar. Pasados unos 18 meses, empecé a hacerle “coquitos” a una foto grande que mi esposa había colocado frente a la cama del dormitorio principal y poco a poco la fui enfrentando, hasta llegar el momento de mirarla de frente para saludarla y enviarle muchos besitos.
(Luis Fernando, papá de Nathalíe)